Entrevista








'Las casualidades no existen, todo pasa por alguna razón'

'Todo el mundo tiene la capacidad para tirar el tarot, hacer videncia y ayudar a sanar a las personas '

'Desde pequeño he aprendido que no debo demostrar que tengo un don '








Con sólo 7 años José estableció contacto con su abuelo que ya estaba muerto. Fue a partir de entonces cuando decidió dedicar su vida a ayudar a los demás. Ha estudiado diferentes técnicas para ayudar a la sanación de las personas como Reiki, cuencos tibetanos, cristales de cuarzo, entre otros. Ahora ha creado una asociación cultural que se llama 'el Arca de la Sabiduría' para conservar la memoria de nuestros antepasados.

Revista de Ripollet: ¿Cuál es tu especialidad?

José: Yo me dedico a hacer sanaciones holísticas. Sanar, como es sabido, consiste en curar a las personas, y la palabra hoístico significa unir todo: mente, físico, emocional y espiritual. Es decir, tener las 4 partes que forman parte de ti unidas.
Realmente no es que nos ponemos enfermos, sino que se nos bloquea algo y eso es lo que hace que nos sintamos mal. Si por ejemplo te duele la espalda, según la zona donde te duele quiere decir que tienes un problema u otro. Y a partir de unos masajes, el Reiki o con la técnica de los cuarzos, los cuencos tibetanos ... Dependiendo de la persona se hace un tipo de sanación u otra.

RDR.: ¿Qué técnicas de sanación utilizas?

J..: Utilizo varias. Pero sobre todo la imposición de manos que  es la sanación mas universal. Se impone una energía en la zona que tiene dolor la persona. La energía puede ser fría o caliente, entonces las manos se deben enfriar o calentar según lo que le tienes que hacer a la persona.
Los cuencos tibetanos son como unas ollas que hacen un sonido muy especial de armonización. Antiguamente se utilizaban para comer y ahora se hacen sonar. También los chamanes utilizan las maracas o los tambores para ayudarnos a conectar. Hay que buscar estados alterados de conciencia y a partir de ahí encontrar la sanación.

RDR.: Cuando supiste que eres capaz de ayudar a la gente?

J..: creo que a los 8 años cuando entré en contacto con mi abuelo que estaba en el mundo espiritual (habia fallecido). Me contó una historia que yo conté y que resultó ser verdad. Esta fue mi iniciación con comunicaciones con el más allá, como se suele decir. A partir de estas comunicaciones empiezo una vida dedicada a la espiritualidad y  ayudar a las personas.
No sólo me puse en contacto con mi abuelo, contacté con más personas. A raíz de eso me llevaron al psicólogo, al psiquiatra, y dijeron que era una persona especial y que ya se darían cuenta con el tiempo. Y si, con el tiempo he seguido el camino de mi bisabuela. Yo no ayudo a la gente para sentirme bien, ayudo a la gente para que ellos se sientan bien.

RDR.: Tu habilidad proviene de tradición familiar?

J..: Mi bisabuela era sanadora. En su pueblo era una mujer muy importante que ayudaba a todos a curarse, también recomponia huesos, si te rompías un hueso ella te lo colocaba bien y te lo vendaba.


RDR.: ¿Cómo has aprendido todas las técnicas que sabes?

J.: Todas las técnicas que sé las he estudiado. Tengo el título de naturópata y acupuntura, he estudiado Reiki, flores de Bach, que ahora están reconocidas por la OMS, cristales de cuarzo, he estudiado con monjes tibetanos y con indios americanos. Tambien con grandes mediums y curanderos. Siempre estoy conociendo culturas diferentes y formas diferentes de sanar y ayudar a la gente.

RDR.: ¿Qué es lo que te pide más la gente?

J.: La mayoría de gente que viene a verme hace consultas de tarot o de videncia. Pero si nos fijamos, podemos ver que la sanación no es siempre una sanación física, también es mental. Yo puedo estar físicamente muy bien, pero que no me funcione el trabajo, la pareja, la comunicación con la familia, etc. Entonces la sanación es todo. Conseguir llegar a un equilibrio dentro del desequilibrio que podemos tener. Es por ello que la mayoría de gente te pregunta por el amor, que si me ha dejado el novio, la novia, mi marido está con otra, etc. A partir de aquí buscamos un centro para encontrar el equilibrio, y una solución.

RDR.: Para ser vidente es imprescindible tener la capacidad para practicarlo?

J.: No, cualquiera puede tirar el tarot, hacer videncia y ayudar a sanar a las personas. Simplemente hay que aprender y dejarse llevar. Todo el mundo tiene premoniciones, sueños de los que se despierta uno  sobresaltado porque nota que algo pasará.
Yo he tenido la suerte que he podido desarrollar la videncia desde los 8 años, entonces tengo más facilidad, pero porque he trabajado más. Una persona que empieza en un trabajo al principio le costará pero lo acabará haciendo mecánicamente sin darse cuenta que lo hace. Entonces todo se puede aprender.

RDR.: Hay gente que el tema de la videncia se lo toma a broma, te has encontrado a alguien que haya ido a tu consulta en este plan?

J.: Sí, hay mucha gente que viene pensando: "A ver este que me dice ahora". Y muchas veces lo que se habla en la consulta son cosas que ya se saben pero que simplemente las estamos sacando fuera. Desde pequeño he aprendido algo muy importante, y es que uno puede tener el don pero no lo tiene que demostrar. Quien quiera ayuda vendrá aquí. Hay gente que ha venido en un plan de broma y al final ha salido llorando, porque hemos acabado sacando un problema real. La gente que viene aquí es porque ha de venir. Las casualidades no existen, todo pasa por alguna razón que les lleva a venir y encontrar una explicación sobre algo.

RDR.: ¿Qué es lo que más te gusta de tu labor como vidente y sanador?

J.: Me gusta mucho ayudar a la gente, pero lo que me llena realmente es cuando alguien viene y te dice que lo que le dije ha pasado de una manera y ha seguido el camino que yo le dije. Nunca hay un camino a seguir, pero según lo que hagas seguirás un camino u otro y decidirás que quieres hacer con tu vida. Yo doy el consejo y tú después decides que quieres hacer.


RDR.: De las experiencias paranormales que has vivido, qué destacarías?

J.: La que tuve con mi abuelo a los 8 años fue muy intensa. Otra bastante importante fue cuando a un familiar mío le detectaron un tumor en el cerebro, vino a casa muy preocupado porque la tenían que operar de inmediato. Yo le dije que no creía que fuera un tumor, que pensaba que era un coágulo de sangre y que le detectaran y extraerían sin mayor dificultad. Pero él me decía que no creía en mí. Justo al día siguiente le hicieron un escáner y le detectaron que era un coágulo.

RDR.: Tu familia al principio era un poco escéptica, ahora que opinan?

J.: Ahora cuando tienen problemas la familia te llama corriendo. Pero con la familia cuesta, porque te involucras y a veces ves cosas que no te gustan. Te cuesta ver realmente las cosas como son cuando se trata de familia. En las amistades y familia prefiero enviarlos a algún otro compañero para que hagan consultas.

RDR.: Es necesaria mucha disciplina?

J.: Necesitas mucha disciplina. Si  no estoy al 100% yo no puedo pasar consulta. Tengo que tener la cabeza en mi sitio y los pies en la tierra.

RDR.: Proyectos de futuro?

J.: A nivel estatal he creado una asociación cultural que se llama "El Arca de la sabiduría". Consiste en guardar la sabiduría de nuestros abuelos. Hay recetas de cocina, de belleza, para las supersticiones. Nos dedicamos a guardar toda esa sabiduría para que perdure en el tiempo.