¿ Que es la magia?
Todo
el mundo habla de trabajos de magia, de rituales de amarre, de mal de ojo. pero
Según el diccionario de la real academia española de la lengua magia significaría
lo siguiente
Magia. (Del lat. magīa, y este del gr. μαγεία)1. f. Arte o ciencia oculta con que se
pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la
intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales. f. Encanto, hechizo o atractivo de
alguien o algo. f. La que por medios naturales obra efectos que parecen
sobrenaturales.
Pero la
magia es algo natural, algo que nuestros antepasados hacían como una forma de
vida. Cuando descubrieron el fuego y lo protegían contra todo, cuando pintaban
en las paredes de la cueva como cazaban a los animales, todo es magia. A partir
de aquí empezó la época de las brujas, que realmente eran mujeres muy sabias,
que sabían cuidar de sus casas, con la escoba barrían las negatividades, con el
caldero cocinaban y daban alimento a los suyos, con las velas iluminaban las
estancias y con las hiervas curaban y sanaban las enfermedades, realizaban
ungüentos. Por esto llegaron a tener
gran sabiduría, que hoy nos ha llegado en forma de hechizos y formulas
magistrales para sanar con hiervas y modificar nuestra vida, Además de rituales
de conexión con la naturaleza que es la gran aliada de la magia.
Por eso bien entendida y
realizada debería ayudarnos a tener una vida más cómoda feliz y abundante. Y
todo lo podemos conseguir con la ayuda de la magia. y parte de esta magia es con velas
La
humanidad ha utilizado velas en rituales en una forma u otra desde hace siglos hace 15.000 años, los humanos hemos usado la luz para
prolongar y alumbrar. Entre las fuentes de iluminación más antiguas, se sabe de
piedras ahuecadas y rellenas de grasa animal que servían como lámparas. En
nuestra era moderna se sigue más o menos el mismo proceso, lámparas de aceite
que extraen el combustible y lo llevan hacia la llama por medio de una mecha. A
lo largo de toda la historia documentada, las velas han sido la principal
fuente de luz artificial en el norte y centro de Europa.
Antes del siglo XIX, el principal material para hacer velas era el sebo. El sebo es la grasa animal derretida y parcialmente purificada. Estas velas expelían un humo denso y de aroma desagradable, pero tienen la ventaja de ser más baratas y seguras. En 1860 el científico Michael Faraday lo demostró en una conferencia pública, al encender algunas velas de sebo recuperadas del casco de un barco naufragado. A pesar de haber estado sumergidas en agua salada cincuenta y siete años, las velas ardieron al ser encendidas. Estas primeras velas también se fabricaban con grasas vegetales que provenían de plantas como la baya del laurel, de las hojas de la candelilla, de la corteza del arrayán brabántico, del esparto y de una variedad de hojas de palma, como la carnauba o palmera de Brasil y el ouricury. También se elaboraban con tejido y secreciones animales, como la cera de abejas. Estas últimas, que pesan alrededor de 75 gr., se convirtieron en el modelo estándar para medir la fuerza lumínica de las velas. Entre las dos clases de combustible que se utilizaban, la cera de abejas se consideraba la más adecuada, ya que era más limpia que el sebo y tenía un olor agradable, en contraste con el olor rancio y el humo que produce este último. La cera de abejas era escasa y por lo mismo mucho más cara. Solamente las iglesias y los ricos podían darse el lujo de obtener velas de cera de abejas. De hecho, las normas de la Iglesia insistían en el uso de velas de cera porque tenían la creencia de que las abejas tenían una bendición especial del Todopoderoso además de que la cera de abejas era un material en el cual se podían impregnar las energías de cualquier petición así como también darles diferentes formas y usos. Al principio, las velas se elaboraban sumergiendo las mechas en cera derretida o les daban varios baños de cera hasta que se formaba un recubrimiento grueso. En la antigüedad se utilizaban para iluminar, para rituales, en los cuales se explicaba que la llama de la vela enviaba el mensaje que hubiéramos pedido a los cielos, ayudándonos en nuestra vida. Hoy en día disponemos de diferentes tipos de vela:
Antes del siglo XIX, el principal material para hacer velas era el sebo. El sebo es la grasa animal derretida y parcialmente purificada. Estas velas expelían un humo denso y de aroma desagradable, pero tienen la ventaja de ser más baratas y seguras. En 1860 el científico Michael Faraday lo demostró en una conferencia pública, al encender algunas velas de sebo recuperadas del casco de un barco naufragado. A pesar de haber estado sumergidas en agua salada cincuenta y siete años, las velas ardieron al ser encendidas. Estas primeras velas también se fabricaban con grasas vegetales que provenían de plantas como la baya del laurel, de las hojas de la candelilla, de la corteza del arrayán brabántico, del esparto y de una variedad de hojas de palma, como la carnauba o palmera de Brasil y el ouricury. También se elaboraban con tejido y secreciones animales, como la cera de abejas. Estas últimas, que pesan alrededor de 75 gr., se convirtieron en el modelo estándar para medir la fuerza lumínica de las velas. Entre las dos clases de combustible que se utilizaban, la cera de abejas se consideraba la más adecuada, ya que era más limpia que el sebo y tenía un olor agradable, en contraste con el olor rancio y el humo que produce este último. La cera de abejas era escasa y por lo mismo mucho más cara. Solamente las iglesias y los ricos podían darse el lujo de obtener velas de cera de abejas. De hecho, las normas de la Iglesia insistían en el uso de velas de cera porque tenían la creencia de que las abejas tenían una bendición especial del Todopoderoso además de que la cera de abejas era un material en el cual se podían impregnar las energías de cualquier petición así como también darles diferentes formas y usos. Al principio, las velas se elaboraban sumergiendo las mechas en cera derretida o les daban varios baños de cera hasta que se formaba un recubrimiento grueso. En la antigüedad se utilizaban para iluminar, para rituales, en los cuales se explicaba que la llama de la vela enviaba el mensaje que hubiéramos pedido a los cielos, ayudándonos en nuestra vida. Hoy en día disponemos de diferentes tipos de vela:
Velas de parafina (Una gran parte de ellas es de cera reciclada de las velas que ponemos en las iglesias, por lo que contienen en su interior muchísimas peticiones)
Velas aromáticas (impregnadas en olores para diferentes
usos)
Velas de miel (dice la tradición que hay que ponerlas los días
11 de cada más para atraer la buena suerte y mejor si ese dia 11 cae en jueves)
Velas de cera virgen (las más usadas para peticiones de todo
tipo)
Estas velas también las tenemos en diferentes colores, Asociados a diferentes temas como la astrología,
santos, peticiones de amor, salud, dinero y un largo etc.....
En el arca de la sabiduría tenemos una gran variedad de velas de cera virgen hechas a la antigua usanza y cargadas de energías positivas para ayudarte a tener una vida mejor. Ven cuéntanos tus necesidades y te ayudaremos